Oraciones Diarias

Oración para el 3 de mayo de 2024:

Oración de Esperanza para Quienes Atraviesan Dificultades



Queridos hermanos y hermanas en la fe,


En este día, 3 de mayo de 2024, nos reunimos en oración para elevar nuestras súplicas al Padre celestial. Sabemos que muchos de ustedes están pasando por momentos difíciles, enfrentando desafíos personales y luchando contra las adversidades. Pero recuerden que no están solos. Dios está con ustedes en cada paso del camino, sosteniéndolos con su amor y misericordia.


 Queridos hermanos, con mucha alegría les recibimos en la casa de Dios para la celebración de esta santa misa, en la que celebramos, conjuntamente, la fiesta de los apóstoles Felipe y Santiago. Felipe, originario de Betsaida, fue uno de los primeros que siguieron a Jesús. Según la tradición, predicó en el Asia Menor y murió mártir en Hierápolis, actual Turquía. Sus restos, junto con los de Santiago, fueron depositados, en el siglo VI, en la basílica de los Doce Apóstoles de Roma. Santiago el Menor era hijo de Alfeo, murió hacia el 62 en Jerusalén, dando testimonio de su fe con el martirio. Con el firme propósito de imitar a estos dos grandes santos en su afán por la difusión del Evangelio y de dar testimonio de Jesús, comencemos esta eucaristía con el canto de entrada.


Primera Lectura (1 Corintios 15, 1-8): “Os recuerdo, hermanos, el Evangelio que os proclamé y que vosotros aceptasteis, y en el que estáis fundados, y que os está salvando, si es que conserváis el Evangelio que os proclamé; de lo contrario, se ha malogrado vuestra adhesión a la fe. Porque lo primero que yo os transmití, tal como lo había recibido, fue esto: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se le apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales viven todavía, otros han muerto; después se le apareció a Santiago, después a todos los apóstoles; por último, se me apareció también a mí.”


Salmo Responsorial (Salmo 18, 2-3. 4-5): “El cielo proclama la gloria de Dios, el firmamento pregona la obra de sus manos: el día al día le pasa el mensaje, la noche a la noche se lo susurra.”


Llevemos al altar nuestros dones de pan y vino, y, como Felipe y Santiago, ofrezcamos también nuestra vida al Señor.


Que esta oración les brinde consuelo y fortaleza en medio de las pruebas. Sigamos confiando en el Señor y manteniendo la esperanza viva en nuestros corazones. Si necesitan más palabras de aliento o alguna otra petición, no duden en compartirla. 🙏 

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